Wednesday, March 15, 2006

Haciendo cosas

Como hacer cosas con palabras, de John L Austin.
Nos habla de situaciones comunicativas en las que los enunciados no son ni falsos ni verdaderos, pues son algo más (o algo diferente) de simples enunciados. Son las situaciones en las que las palabra transforman la realidad: la sentencia de un juez, un bautismo de un barco.
Son situaciones ritualizadas, donde la persona (generalmente un hombre, no nos vamos a engañar) está capacitada para pronunciar esas palabras. En estos casos la palabra se convierte en una parte fundamental del acto.
Si la situación no es la adecuada, o la persona no está capacitada para pronunciar las palabras (es decir, carece de ESTATUS), éstas no producirán efecto alguno.
Un juez, con sus palabras "Le declaro culpable. Le condeno a siete años de cárcel." Está produciendo determinados efectos en la realidad y en la vida de alguien. No porque el juez se equivoque el acusado deja de cumplir su condena.
Por otra parte están otro tipo de actos comunicativos. En ellos las palabras se unen éticamente a una acción (por ejemplo en una promesa) pero no necesariamente. De todas formas no podemos calificar una promesa de "verdadera" o "falsa", sino dentro de otra categoría, algo así como "acto afortunado" y "acto desafortunado".

Bien, Austin es el comienzo, el que ha encendido la luz. Por fin enunciar es algo: es realizar un acto. Y enunciar, como acto, tiene sus consecuencias y nos compromete a otros enunciados y otras acciones.

2 comments:

Anonymous said...

Entonces dí que me amas.

O hazlo, a tu elección.

5181553 said...

amplia libertad dejas a tu reina... elegir entre amar o simplemente decirlo